A muchas personas no les gusta leer, les parece aburrido o lo ven como una pérdida de tiempo; incluso, llegan a odiar historias como las de Los juegos del hambre, Harry Potter, Narnia o Percy Jackson, pero la realidad es que –para bien o para mal- estos libros han ayudado a que los jóvenes se interesen por la lectura, finalmente es un entretenimiento sano.
Divergente, al igual que otras sagas, nos ofrece una distopía, donde la sociedad está dividida en cinco facciones, cada una a cultivar una virtud concreta que acabe con la guerra: Sinceridad (los sinceros), Abnegación (los altruistas), Intrépidos (los valientes), Concordia (los pacíficos) y Sabiduría (los intelectuales).
Breatrice Prior –nuestra protagonista- junto con toda una generación, debe elegir a los dieciséis años a que facción pertenecer aunque eso implique alejarse de su familia. Este proceso se dificulta cuando se entera que ella es diferente a los demás y no puede comentarlo porque pone su vida en riesgo. Asimismo descubre que la sociedad “perfecta” en la que se encuentra, guarda un secreto muy oscuro y se ve obligada a investigar la clave que podría salvar a los que ama.
Esta novela está llena de detalles que nos transportan a ese mundo, se viven diversas emociones página tras página; la violencia, la acción, el amor, los desafíos y la búsqueda constante de un propósito en la vida son elementos que hacen de esta historia todo un deleite. La aventura jamás decae y el ritmo es ameno, los personajes son transparentes y completos. Sin duda Verónica Roth se saca un diez pues supo dejarnos sin aliento y con los pelos de punta por la tensión que maneja en la primera parte de su saga.
Por Yu Nava