Tarde de sabado en la llamada “Ciudad de la eterna primavera” la cual ofrecio un clima  bondadoso, hasta antes de las 6 de la tarde, cuando comenzaba el Encuentro Internacional de Bandas. Y es que si vistar esta ciudad es una alternativa muy cercana, el pasado fin de semana, para los que no pudimos estar en el Cervantino, ni en el Plaza, tuvimos que seguir el cierre de la gira por Mexico de Goran Bregovic.

Gran musico serbio, que como se comento, es una nube de lluvia inclemente o una lucha contra Tlaloc en cada una de sus presentaciones, ¿casualidad? yo creo que solo es una marcha de bodas y funerales, que trajo consigo toda la tristeza o toda la alegria que deja expuesto el cuerpo de su musica.

Para los que vivimos todo y de todo, hasta el momento en que se escucharon las primeras canciones, recordaderemos con gran ilusion el no haber perdido detalle y lograr mantenernos firmes para presenciar a un personaje que solo le gusta “tocar” y que seguramente tardara en regresar.

Lluvia agresiva con golpes de viento, tan violento que movian el escenario principal; consolas, microfonos e instrumentos mojados, lona tomada por algunos expectadores para cubrirse, niños en brazos, resguardados debajo de los arcos y cubiertos con impermeables, horas de no tener informacion de lo que pasaria, breve alegria entre el publico con musicos locales, desesperacion, localia y momentos de musica dentro del palacio, todo esto como mezcla previa para terminar tomando y digo tomando por el aislado portazo en el Teatro Ocampo, lugar donde por fin Goran diera una presentacion increible.

Por poco mas de dos horas, las mas de mil personas aglutinadas en el lugar, corearon, cantaron, bailaron, disfrutaron y sobre todo desquitaron todo el tiempo de espera, donde como testigo en un saldo blanco, vimos el cierre de una noche magica, acompañados de Goran y cobijados en tregua del dios Tlaloc…

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