Unos Jeans, camisa negra y acompañado de su inseparable guitarra, Jaime López toma el micrófono dando la bienvenida a la banda presente. Recibido entre aplausos Jaime interpreta la primera rola en acústico, bastaron sus manos y su voz para darle un sabor singular de rock y flamenco a una noche de viernes en el Esperanza Iris.
Siempre parado en el centro del escenario Jaime López lo hizo suyo demostrando que con letras llenas de historias del día a día se puede hacer un buen rock, los acordes de su guitarra nos llevaban por esos paisajes cotidianos con un folklore de lo que es el mexicano, entre albures, versos con un spokenkwork que Jaime López sabe manejar con empatía siendo del agrado de un público emotivo y complacido por ver a un músico que lleva años en el rock.
El acústico cautivo con un escenario en la obscuridad donde las luces centraban al rockero que emitía riffs de blues, rock y rupestre dando vida aun viernes gris, las sorpresas se dejaron para el final, dejando aun lado la guitarra se dirige al piano para interpretar rolas llenas de nostalgia siendo una breve introducción para presentarse el primer invitado Héctor Infanzón, imprimiendo un toque exquisito a la noche a ritmo de jazz donde Jaime lo acompaño en la voz, celebraron el buen momento del acústico, ambos agradecidos por el palomazo se despedía.
Anunciando su participación en próximos días en el Esperanza Iris, Jaime toma de nuevo la guitarra dando la bienvenida a su amiga Cecilia Toussaint, la banda sorprendida le recibe entre aplausos, los acordes empiezan a salir de la guitarra de Jaime interpretando “Sácalo“ canción que fue cantado por todos en el teatro donde compartieron con el músico una noche de rock por espacio de dos horas y media; concierto donde por cierto festejo sus 60 años de trayectoria con un recital de sus éxitos.