Babel decidió juntar a tres bandas del rock mexicano más algunos invitados en el José Cuervo Salón para dar un concierto inolvidable, sin duda, alcanzaron su objetivo.

El evento inició puntualmente y la primer banda en subir fue Tamales de Chipil, italianos que con un sonido parecido al de Gogol Bordello llamaron la atención y dejaron un buen sabor de boca no sólo con su música, sino con su aspecto rebelde y desarreglado, haciendo de su show algo conceptual y disfrutable.

Le siguieron una banda de chicos metaleros Smash-O que con mucho entusiasmo consiguieron sacar del público unos cuantos gritos y aplausos, sin embargo, lograron crear más risas burlonas por su forma tan explosiva de tocar (haciendo más show que música), pero de igual manera agradable para los asistentes, finalmente todos comprendieron que eran unos chiquillos queriendo lograr sus sueños.

Motor continuó con el concierto, un rock maduro y concreto sonaba y no se hicieron esperar los saltos entre la mayoría de los asistentes, fue hasta ese momento que el evento empezó a tomar forma, el poder de su música encendió rola tras rola.

La Frida también provocó algunas risas y comentarios ofensivos, pero dichos comentarios se convirtieron en aplausos cuando la banda tocó. Su sonido punk/rock calló a los malintencionados y se continuó sin ningún problema.

Con un cambio total al escenario La lupita subió para hacer de las suyas, Héctor Quijada y sus bailes sensuales emocionaban al auditorio, mientras que el señor Lino Nava posaba para sus fans y la prensa. En sus setlist no faltaba ningún éxito, canciones como El camello, Paquita Disco, Gavilán o Paloma, Me cae, Te odio, Maldito Amor, Ja Ja Ja y muchas más sonaron en el José Cuervo.

Sin la necesidad de un nuevo material, La Cuca demostró que aún conquista en sus presentaciones, la voz potente de José Fors lució y cada letra irreverente fue coreada por cada espectador lleno de sudor y deseoso de seguir echando el slam. Abriendo con Todo con exceso y continuando con Metrosexual, Tu flor, Implacable, Que chingaos es la vida, Alcohol y rocanrol y muchas más, se posicionaron como los dueños de la noche.

Finalmente, La Castañeda no se quedó atrás y sencillos como Noches de tu piel, Cenit, El loco y Transfusión hicieron estremecer el recinto. La inigualable voz de Salvador Moreno fue acompañada de cientos de personas que en ningún momento lo dejaron cantar solo.

La tarde del domingo unió a varias generaciones amantes del rock, los 90’s renacieron por un día y la esperanza de que una nueva ola de verdadero rock llegue, prevaleció.

Por Yuri Nava

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